domingo, 22 de octubre de 2006

Tiene cojones la cosa!!!

Un  ejemplo  de la riqueza del lenguaje castellano, es el número de acepciones  que  puede  tener  una  simple  palabra.  Sirva como ejemplo la muy conocida y 
frecuentemente  utilizada  "cojones",  que  para  un desconocedor del idioma castellano hace referencia simplemente a los atributos masculinos. 
 
   Sin  embargo,  si va acompañado de un numeral, tiene distintos significados en  función del número utilizado. Así: 
 
     ·  "Uno" significa caro o costoso (valía un cojón). 
     ·  "Dos", significa valentía (tenía dos cojones). 
     ·  "Tres" significa desprecio (me importa tres cojones) 
     ·  "Un número muy grande (siempre y cuando sea par)" significa dificultad (lograrlo me costó mil pares de cojones). 
 
     El verbo puede cambiar también el significado. Ejemplos: 
 
     ·  "Tener" indica valentía (aquella persona tenía cojones). Aunque en  admiración puede significar sorpresa (¡tiene cojones!). 
     ·  "Poner" expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares concretos (puso los cojones encima de la mesa). 
     ·  También se utiliza para indicar que se quiere realizar una apuesta segura (me apuesto los cojones) e incluso para amenazar con vehemencia (te corto los  cojones). 
 
     Incluso el tiempo verbal empleado cambia el significado de la frase. Así: 
 
     ·  el tiempo presente, indica molestia o hastío (me toca los cojones); 
     ·  el reflexivo significa vagancia (se toca los cojones), 
     ·  el imperativo significa sorpresa (¡tócate los cojones!). 
 
     Los prefijos o sufijos también modulan su significado: 
 
     ·  "a" expresa miedo (acojonado); 
     ·  "des" puede significar cansancio o hilaridad manifiesta (descojonado); 
     ·  "udo" indica perfección (cojonudo) y, 
     ·  "azo" se refiere a la indolencia o abulia (cojonazos). 
 
     También las preposiciones matizan la acepción del término: 
 
     ·  "De" significa éxito (me salió de cojones) o cantidad (hacía un frío de cojones); 
     ·  "por" expresa voluntariedad (lo haré por cojones); 
     ·  "hasta" expresa el límite máximo de aguante de una persona (estoy hasta los   cojones); 
     ·  "con" indica la arrogancia del sujeto (era un tío con cojones), y 
     ·  "sin" la cobardía (era un tío sin cojones). 
 
     Los  adjetivos  calificativos  que  le acompañan relacionados con el color, la   forma, la simple tersura, el tamaño o la posición aportan a este término otras  muchas acepciones: 
 
     ·  El color violeta expresa el frío (se me quedaron los cojones morados); 
     ·  la forma, puede expresar apatía (tenía los cojones cuadrados); 
     ·  el desgaste implica experiencia (tenía los cojones pelados de repetirlo). 
     ·  el tamaño y la posición indican arrojo y valentía del sujeto (tiene dos cojones grandes y bien plantados); En este caso hay que tener en cuenta que hay un tamaño máximo (tiene los cojones como el caballo de Espartero) que no  puede superarse, porque entonces indica torpeza o vagancia del sujeto (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos e incluso necesita una carretilla  para llevarlos). 
 
     La  interjección  ¡cojones!  significa  sorpresa,  y  cuando  uno se encuentra perplejo  los  solicita:  (¡manda cojones!).
 
Cabe mencionar que en los cojones reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones). 
 
     Sirva este pequeño ejemplo para demostrar la riqueza de nuestro lenguaje. (Tiene cojones la cosa,¿eh?) 
 

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