martes, 3 de octubre de 2006

Memorias de un feo

MEMORIAS DE UN FEO

Cuando nac챠, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre "Hicimos lo que pudimos... pero naci처 vivo".


Mi mam찼 no sab챠a si quedarse conmigo o con la placenta.


Como era prematuro me metieron en una incubadora... con vidrios polarizados.


Mi madre nunca me dio el pecho porque dec챠a que s처lo me quer챠a como amigo.


As챠 que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.

Es por eso que debo haber quedado petiso, tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo.


Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:
"Se챰ora, a su hijo 쩔lo pari처 o lo teji처?"


Mi padre llevaba en su billetera la foto del ni챰o que ven챠a cuando la compr처.


Pronto me di cuenta que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la ba챰era eran un radio y un tostador el챕ctrico.


Una vez me perd챠. Le pregunte al polic챠a si cre챠a que 챠bamos a encontrar a mis padres.

Me contesto: "No lo s챕; hay un mont처n de lugares donde se pudieron haber escondido".


Y para colmo era muy flaco, tan flaco que un d챠a met챠 los dedos en el enchufe y la electricidad err처 la patada.

Era realmente flaco: para hacer sombra ten챠a que pasar dos veces por el mismo lugar.


Pero mi problema no era ser tan flaco sino ser FEO.

Mis padres ten챠an que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.


S챠, amigos, yo soy FEO, tan FEO que una vez me atropell처 un auto y qued챕 mejor.


Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo m챠o a mis padres para pedir recompensa.

Mi madre les contest처 que quer챠a mas pruebas.


Tuve que trabajar desde chico.

Trabaj챕 en una veterinaria y la gente no paraba de preguntarme cu찼nto costaba yo.

Un d챠a llam처 una chica a mi casa dici챕ndome: "Ven a mi casa que no hay nadie". Cuando llegu챕 no hab챠a nadie.


A mi mujer le gusta mucho hablar conmigo despu챕s del sexo. El otro d챠a me llam처 a casa desde un hotel.


El psiquiatra me dijo un d챠a que yo estaba loco. Yo le dije que quer챠a escuchar una segunda opini처n. "De acuerdo, adem찼s de loco es usted muy feo", me dijo.


Una vez cuando me iba a suicidar tir찼ndome desde la terraza de un edificio de 50 pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. S처lo dijo: "En sus marcas, listos..."


El 첬ltimo deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo hab챠an condenado a la silla el챕ctrica...

Reflexi처n: Si el mundo te da la espalda, tocale el CULO.

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